Las primeras noticias de la existencia de
población esta datada en el período del Bronce final.
El primer contacto romano fue un un campamento de invierno datado hacia el año
206 a.e.c. perteneciente a las tropas de Cayo Lucio Marcio, después de la
victoria contra los cartagineses, asentado junto a la ciudad indígena. La
Fundación se atribuye al Pretor Marco Claudio Marcelo entre el 169 y el 152
a.e.c..
En el 152 a.e.c. Córdoba se convierte en una colonia latina. Estrabón nos cuenta
que esta primitiva Córdoba, era una dípolis, compuesta por dos vici o distritos
perfectamente diferenciados uno situado en torno al foro donde está hoy la
planta del templo y otro, cercano al núcleo original.
En sus inicios la ciudad era un lugar claramente estratégico y logístico, base
de operaciones de los ejércitos romanos para el control efectivo del Valle del
Guadalquivir, contener las incursiones lusitanas, y la penetración al Norte de
Sierra Morena.
La nueva ciudad dominaba los dos vados fluviales existentes. La extensión era de
unas 47 Ha., con una planta irregular amurallada que se adaptaba perfectamente
al terreno para garantizar su defensa.
En la Guerra Civil entre César y Pompeyo la ciudad se convierte en el cuartel
general de las tropas pompeyanas. Tras la victoria de César la ciudad sufrió una
grave destrucción y una merma demográfica considerable.
Corduba se convirtió en la capital de la Provincia Hispania Ulterior y
posteriormente de la Provincia Baetica.
Terminada la guerra civil, Córdoba recibió el estatuto de colonia, Colonia
Patricia Corduba con lo que se convirtió en la capital de la recién creada
provincia Bética, tras las reformas administrativas emprendidas por Augusto. La
ciudad experimentó un gran impulso gracias al status derivado de la capitalidad.
La época augustea es decisiva en el desarrollo urbanístico de la Córdoba romana.
Augusto instala en ella mediante el correspondiente deductio a gran parte de los
veteranos que le habían acompañado en las guerras del norte, asignándoles lotes
de tierra. Se amplia el recinto amurallado de la ciudad hacia el Sur, hasta
prácticamente la orilla del Guadalquivir, incrementando así su extensión a 79
ha. Los evergetas locales como los Marii o los Annaei participan activamente en
su monumentalización.
La provincia Baetica y su capital Corduba, son de las pocas provincias
senatoriales en todo el imperio. Su destino y administración dependían
directamente del Senado Romano.
En la época altoimperial la ciudad se consolida, desde Augusto hasta finales del
s. III es la época más floreciente de la Colonia Patricia Corduba, y es cuando a
través de los diversos reinados se lleva a cabo su monumentalización. Se
remodela el foro republicano y se crean otros dos nuevos Se dota a la ciudad de
los nuevos edificios para espectáculos; teatro, anfiteatro y circo. Surgen
numerosas domus e insulaes agrupadas en vicus, barrios, como el vicus hispanus y
el forensis.
Con Diocleciano se inicia el declive y la capital se desplazó a Hispalis.
En el siglo V Córdoba fue saqueada por los Vándalos.
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