La mejor forma de conocer esta capital Imperial es trasladándonos al siglo II como si de viajeros comerciantes fuésemos a la ciudad en busca de negocio:

DIA I

Mi nombre es Marcus Pio, y os voy a relatar mi primer viaje de negocios a la capital de la Tarraconense. Invitado por un amigo comerciante, un fresco día de primavera decidí visitar a mi amigo Tito y aprovechar para hacer negocios en Tarraco. Bajando desde el norte por la vía principal; la Vía Augusta y a mitad de camino entre la colonia Barcino y Tarraco, pasamos por debajo del imponente ARC DE BARA.

 

A partir de aquí la Vía Augusta concentra una densidad de trafico parecida a las calzadas cercanas a la capital del Imperio. Con suaves curvas para salvar las innumerables colinas repletas de villas rusticas y casonas de lujo vamos acercándonos a ciudad. La vía esta salpicada por panteones altivos y lujosos; uno de ellos la llamada TORRE DE LOS ESCIPIONES. Construcción funeraria que nos da la bienvenida al área metropolitana de Tarraco.

 

Por fin, mientras nos recreamos con las continuas vistas del mar, tomamos una suave curva hacia la derecha y divisamos con todo su esplendor las murallas del "Opidium" de Tarraco. Es la parte más alta de la ciudad, y donde tuvo lugar el origen como campamento militar la actual capital de la Tarraconense.

Llegados a la puerta norte de la ciudad nos encontramos con las imponentes Murallas de la ciudad y su Anfiteatro. En el se desarrollan los juegos de gladiadores y fieras tan deseados por todo el imperio.

El Anfiteatro se haya en un bello emplazamiento junto a la playa mas cercana de la ciudad; desde el podemos admirar la grandeza del Mare Nostrum y dominando en la altura la poderosa capital de la Tarraconense. Un curioso emplazamiento que invita a vivir para disfrutar del juego de la muerte.

Yo había quedado con mi colega y amigo Tito en la puerta Triunfalis del Circo. Al mediodía de este día de Venus. Así que me deje arrastrar por una muchedumbre de gente que entraba y salía sin cesar por la regia puerta Norte de Tarraco. Y nada mas entrar observe la grandeza y el bello equilibrio arquitectónico del Circo Máximo Tarraconense.

Al momento ví a mi amigo Tito que vino rápido a saludarme. Después de intercambiar abrazos y la alegría de volvernos a ver, cruzamos el Circo para subir a una terraza que nos llevaría a la parte alta de la ciudad, el antiguo Opidium. La idea es tomarnos un refrigerio y charlar un poco en el Foro Provincial de la ciudad. Desde este emplazamiento se observa en toda su magnificencia el Circo Máximo. Y toda la ciudad.

Dando un cuarto de vuelta al circo, y pasando junto al  Praetorio entramos por la impresionante puerta principal (A) a la primera terraza del Forum Provincial (B). En esta primera terraza se encuentra la basílica y las tiendas y tabernas mas lujosas de la ciudad.

Después de haber descansado y charlado de los precios del mercado, nos decidimos a empezar bien mi llegada haciendo una ofrenda a los Dioses. Así pues desde la primera terraza del Foro Provincial subimos por la segunda puerta a la parte Sacra de Tarraco. La parte más alta de la ciudad; consagrada a los Dioses protectores. (C).

Una vez hecho esto nos dirigimos a la rica villa de mi amigo en las afueras de la ciudad, donde su esposa había preparado una abundante y sabrosa cena. Charlamos hasta el amanecer mientras saboreábamos el rico vino hispano, apreciado por todo el imperio; donde las mejores cosechas eran enviadas al mismísimo Cesar.... y así quedamos dormidos.

IR A DIA SEGUNDO

MENÚ TARRACO