CARCASSONNE

 

 

Los primeros asentamientos datan del siglo VI a.e.c., como así lo demuestran las excavaciones arqueológicas en las que han aparecido restos de cabañas construidas por los Iberos. Los Iberos fueron desplazados hacia el 300 a.e.c. por los Volcae-Tectosages, una tribu de origen centroeuropeo. A partir del s III a.e.c aparecieron cerámicas de estilo campaniense, cada vez más abundantes a medida que aumentaba el comercio con el nuevo Imperio, sobre todo destacaba el comercio del vino. También han aparecido numerosos fragmentos cerámicos etruscos, púnicos y griegos que parecen demostrar la importancia del oppidum de Carcaso en la Vía de Aquitania.
Los romanos conquistaron la región de Narbona el 122 a.e.c., y se asentaron en Carcassonne por sus condiciones estratégicas que le permiten dominar toda la zona. En el 118 a.e.c. los legionarios capitaneados por Domitus Aenobarbus conquistaron el sur de la Galia. La oppida latina de Cascaso en el primer cuarto del siglo I se convierte en la cabeza de partido de la colonia Julia Carcaso. Se sabe que la ciudad era un centro administrativo. Han aparecido numerosos vestigios de paredes estucadas en rosa y suelos revestidos con mosaicos blancos con motivos negros de gran simplicidad. Esto indica que sus habitantes llevarían una vida simple y acomodada pero sin excesivos lujos. Al pie de la colina en la zona norte se extendía una amplia zona en la que edificaron, a lo largo de la Vía de Aquitania.

Restos Galo-Romanos

En el 333, en el itinerario de un peregrinaje de Burdeos a Jerusalén, se menciona el Castellum de Carcasona, en una lista de etapas que comprendía albergues, postas, burgos, ...etc.  Las primeras murallas son de origen romano. Las torres y las murallas se construyeron  evitando las líneas rectas, en un intento de reducir la efectividad de un ataque con arietes. La situación estratégica en que se ubica la ciudad la convirtió en un importante objetivo. Como consecuencia las fortificaciones de la plaza sufrieron continuas ampliaciones y mejoras para adaptarse a la evolución de las técnicas de guerra. En el año 350 la ciudad fue tomada por los francos, aunque los romanos la recuperaron enseguida y reforzaron sus defensas. Sin embargo no fue suficiente para evitar que la ciudad cayera en manos de los visigodos en 436, durante el reinado de Teodorico.

 

FRANCIA ROMANA RESTO IMPERIO

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