CANTABRIA ROMANA

No hay una teoría segura acerca del origen etimológico del nombre de Cantabria, aunque parece probable que el término procede de la raíz "cant", celtas y que significa roca, y del sufijo "abr". De esto, se deduce que el término "cántabro" vendría a significar "pueblo que habita en las peñas" o "montañés". 

Con el nombre de guerras cántabras se conoce la campaña que libró el ejército romano contra el pueblo cántabro, en ellas se utilizaron 7 legiones. 

Las guerras cántabras tuvieron lugar entre los años 29 y 19 a.e.c. Los romanos introdujeron poco a poco la romanización y aparecieron las primeras ciudades.

En la costa se fundan Portus Victoriae (Santander), Portus Blendium (Suances), Portus Vereasueca (San Vicente de la Barquera, en la zona de los Orgenomescos) y Portus Samanum, junto a Flavióbriga. Juliobriga en Retortillo.

-Castro Urdiales. "Portus Samanum". Junto a este puerto, se funda en el año 74 la colonia para veteranos de Flavióbriga. Se han encontrado sus vestigios en el subsuelo de Castro Urdiales, los materiales obtenidos se hallan en el museo de prehistoria de Santander. Destaca la figura del Neptuno cántabro, un bronce romano con una representación atribuida al Dios Neptuno. Destacan los restos de una domus y una calzada.
En Otañes (Castro Urdiales), se encontró la llamada pátera de Otañes, una excelente pieza de orfebrería. También en Otañes apareció un miliario romano situado ahora frente a la iglesia de Santa María de la Asunción en Castro, que indica la distancia hasta Pisoraca.

-Calzada romana de Besaya. Se conserva un tramo en excelentes condiciones en las localidades de Somaconcha, Mediaconcha y Pie de Concha.

-Yacimiento romano-medieval de Camesa-Rebolledo. Las construcciones romanas parecen datar de entre finales del siglo I y el siglo III. El resto de construcciones datan de época Tardo-antigua y Alto-medieval.

-Yacimiento romano y necrópolis medieval de Santa María de Hito. Se trata de una villa romana de época bajo-imperial sobre la cual se asentó la necrópolis de la inmediata iglesia de Santa María de Hito.

-Yacimiento del cementerio de Maliaño. En Maliaño, junto al Aeropuerto de Cantabria, importante yacimiento arqueológico compuesto de unas termas romanas de carácter público, de época Flavia y una domus.

-Conjunto arqueológico formado por los yacimientos de la Espina del Gallego, El Cantón y Campo de las Cercas. Los yacimientos se interpretan como un campo de operaciones de las Guerras Cántabras.

-Castro de la Peña de Sámano. Castro de gran tamaño situado en la cima de un monte calcáreo, en posición dominante sobre el valle de Sámano y la costa cantábrica.

-Campamento romano del Cincho. Campamento romano de campaña (Castra Aestiva).

-Castro de las Rabas (Celada Marlantes). Se trata de un castro de pequeño tamaño situado en una elevación, en posición dominante. Fuera del recinto fortificado hay una zona muy rica en hallazgos.

-Castro de Castillo (Prellezo). Castro costero de mediano tamaño. Es el primer emplazamiento castreño marítimo conocido en Cantabria.

-Julióbriga. A 4 kilómetros de Reinosa, en la localidad de Retortillo, se hallan las ruinas de "Iuliobriga", fundada por la IV legión en el siglo I a.e.c., posiblemente sobre un antiguo castro cántabro. Las ruinas apenas dejan entrever la que fue la mayor y más importante de las ciudades romanas en Cantabria. Se estima que las excavaciones solo nos dejan admirar un cinco por ciento de lo que fue una ciudad de al menos 20 hectáreas. En la actualidad, sobre las propias ruinas está levantado el pueblo de Retortillo.
 
-Santander. Ruinas romanas en la Cripta del Cristo. De la antigua Portus Victoriae se conservan los restos bajo la cripta del Cristo y el claustro de la Catedral. En el claustro de la Catedral también se han hallado ruinas romanas, aunque apenas se entreven algunas columnas y escaleras. Queda constancia de que en este promontorio estaba el palacio del gobernador romano, pues sus ruinas fueron encontradas durante la restauración de la iglesia.

-Casteñeda. En mayo de 2017 descubren un campamento romano de las Guerras Cántabras. Han hallado valiosos objetos que permiten datar el asentamiento militar en el año 25 a.e.c. El recinto tiene una extensión de dos hectáreas, "superficie suficiente para alojar a unos 1500 hombres", describen. Además, las estructuras mejor conservadas definen una línea "triple de fosos y terraplenes en la zona norte" y se completaban con una fortificación "más sencilla".

 

 

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